Sunday, April 20, 2008

Una excelente novela que se sale un poco del estilo de Paulo Coelho. Relata la historia de una mujer con una infancia común hija de una costurera y un vendedor arrastrada por el destino hacia el terreno de la prostitución. Paulo Coelho se refiere al titulo a los once minutos efectivos de sexo que buscan los hombres para satisfacer los deseos del cuerpo y creo yo del alma, porque "El ser humano puede soportar una semana de sed, dos semanas de hambre, muchos años sin techo, pero no puede soportar la soledad. Es la peor de todas las torturas, de todos los sufrimientos. Aquellos hombres, y los otros muchos que querían su compañia, sufrian ese sentimiento destructor, la sensación de que nadie en la tierra se preocupaba por ellos".

Entre líneas Paulo Coelho pone fragmentos del diario de Maria la protagonista: Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. Es mentira: la libertad sólo existe cuando él esta presente. Aquel que se entrega totalmemente, que se siente libre, ama al máximo. Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy estoy convencida que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Esa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo.

Paulo Coelho habla de la luz de Maria, describe que tiene brillo. La luz que viene de la fuerza de voluntad, de alguien que sacrifica cosas importantes, en nombre de otras que juzga todavía más importantes. Los ojos, esa luz se manifiesta en los ojos.

Coelho toca el tema controversial del sadomasoquismo y empieza asi: "El marqués de Sade decía que las experiencias más importantes del hombre son aquellas que los llevan al límite; sólo así aprendemos, porque eso requiere todo nuestro coraje. Entender que el sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre".

Un fragmento que me encanto: El que observa, y descubre a la persona con la que siempre ha soñado, sabe que la energía sexual sucede antes que el propio sexo. El mayor placer no es el sexo, es la pasión con la que se practica. Cuando esta pasión es intensa, el sexo viene a consumar la danza, pero nunca es el punto principal.

¿El soldado va a la guerra a matar al enemigo? No: va a morir por su país. ¿Le gusta a la mujer mostrarle a su marido lo contenta que esta? No: quiere que él la vea cuanto se dedica, cuánto sufre para verlo feliz. ¿Va el marido al trabajo pensando que llegará a su realización personal? No: está dando su sudor y sus lágrimas por el bien de la familia. Y así sucesivamente: hijos que renuncian a sus sueños para alegrar a sus padres, padres que renuncian a la vida para alegrar a los hijos, dolor y sufrimiento que justifican aquello que debería proporcionar simplemente alegria: amor.

El final, es el esperado por el lector. La vida de las sexo servidoras es un misterio, pero esta novela se acerca a una realidad idealizada, sin embargo creo que la realidad común esta llena de soledad y de dolor.

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